miércoles, 26 de marzo de 2014

Así empezó todo

Recuerdo que cuando era pequeña, mis hermanas y yo teníamos la costumbre de recortar las revistas que había en casa que se quedaban viejas. Cada una teníamos una temática asignada, así que nos respetábamos las páginas, aunque claro, si en un lado de la hoja había una cosa que le interesaba a una y en la parte de atrás había otra que quería otra, se solucionaba rápidamente aunque no democráticamente. Siempre teníamos el mismo orden para coger la revista: de mayor a menor.

Yo soy la pequeña de cuatro hermanas, así que no siempre conseguía lo que quería, pero aún así me hice con un buen botín a lo largo de los años. De esta manera nació mi interés por los vestidos de novia y las bodas. Esa era mi temática. Vestido que veía, hoja que recortaba.Una de las primeras bodas que recuerdo guardar fue la de Chábeli Iglesias con Ricardo Bofil. Aquel vestido me horrorizó, pero era un traje de novia y no hacía miramientos a la hora de recortar.


Fui creciendo, mis hermanas dejaron de recortar y las revistan pasaron a estar a mi entera disposición. Aquello fue jauja. Cada jueves, cuando salía el ¡Hola! buscaba el ejemplar comprado 15 días atrás para dejarlo temblando, aumentando mi gran colección de vestidos de novia. Y ahora dispongo de un archivo muy interesante que de vez en cuando echo un vistazo por curiosidad, por buscar una invitada que me gustó o aquel detalle que me llamó la atención.


De hecho, cuando mis hermanas se casaron, las tres recurrieron a mis carpetas para ver si sacaban ideas. Incluso mi padre buscó estilos de corbatas y chalecos para esos días tan importantes en los que ejerció de maravilloso padrino.

Por esa pasión que le puse y que día a día sigue en mi, me gustaría compartir contigo mis ideas y mis gustos. Para eso he creado este blog. Empieza la aventura.

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